jueves, diciembre 25, 2008

ESTAMPAS GUERRERAS:
LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA DESDE LA MIRADA CINEMATOGRÁFICA

I - EL CINE DURANTE LA GUERRA CIVIL (1936-1939)

c. El cine republicano: la Generalitat, el Gobierno Central y el Gobierno Vasco

La Generalitat de Cataluña, que en un primer momento se vio desbordada por la movilización popular y por la influencia de los anarcosindicalistas, aceptó casi pasivamente todas las decisiones tomadas por la CNT. Recién en octubre de 1936, y con el objetivo de unificar toda la producción propagandística, la Generalitat creó el Comissariat de Propaganda, cuya sección de cine vino a ser Laya Films, dirigida por Joan Castanyer (ex-ayudante de Jean Renoir), encargada de la distribución de películas soviéticas y de la producción de casi sesenta emisiones del noticiario “Espanya al día” (1936-1939) y de numerosos cortos documentales sobre la situación militar, política y económica de Cataluña que, pensados para ser distribuidos (generalmente reversionados) en el exterior, presentaban a un pueblo catalán unido, trabajador y pacífico (9), en clara discordancia con la imagen que parte del cine anarcosindicalista presentaba al hacer hincapié en los procesos violentos y revolucionarios y en la fuerza combativa de las milicias anarquistas. De acuerdo con José María Caparrós Lera, “llegaron a editar nada menos que 135 películas a lo largo de casi dos años y medio: 27 documentales y unos 108 minutos de noticiarios” (10), de los cuales sólo se conservan alrededor de 45 títulos.

Algunos de los cortos destacados son:

-“L’Enterrament de Durruti” (1936), reportaje sobre el cortejo fúnebre del cenetista Buenaventura Durruti por las calles de Barcelona, con la presencia de personalidades políticas destacadas como Lluís Companys, Josep Tarradellas y Joan García Oliver.

-“Un día de guerra en el frente de Aragón” (1936), dirigido por Joan Serra (Joan Castanyer), es un corto documental que relata las actividades de la columna Maciá en Huesca.

-“Els tapers de la Costa” (1937), dirigido por Ramon Biadiu, es un documental de 9 minutos sobre el funcionamiento de la industria del corcho en el Baix Empordà, que muestra el trabajo a la par de hombres y mujeres, y que luego de enseñar en detalle todo el proceso productivo, concluye con una reflexión que idealiza el trabajo artesanal frente al deshumanizado trabajo industrial.

-“Refugiados de guerra” (1938) es un documental con elementos de ficción que opone la vida antes y después del alzamiento del 18 de julio de 1936.

-“Catalunya Martir” (1938), dirigido por J. Marsillach, es el último film producido por Laya Films, y muestra la destrucción generada por los bombardeos de los aviones fascistas sobre Barcelona, Lleida, Martorell y Granollers hacia fines de 1938. Los comentarios son narrados, al menos en una versión, en francés, lo cual demuestra que éste era un intento desesperado de la Generalitat por recibir la ayuda del Estado francés.

Otras películas editadas por Laya Films fueron los documentales culturales de Ramon Biadiu “Ollaires de Breda” (1937), “Arrossars” (1937), “El Vi” (1937), “Arán, la Vall” (1938) y “Transformació de la industria al servei de la guerra” (1938);“Catalanes en Castilla” (1937) de Joan Castanyer; y los documentales bélicos de Manuel Berenguer “Jornadas de victoria: Teruel” (codirigido junto a Julián de la Flor) y “Batallons de muntanya”, ambos de 1938.

Hacia comienzos de 1938, cuando la CNT ya estaba en franca decadencia, el control de los cines de Barcelona pasó a ser compartido con la UGT (Unión General de Trabajadores) bajo la supervisión directa de la Generalitat.

El gobierno republicano central, por su parte, también intentó centralizar la producción propagandística. En los primeros meses de la guerra, dejó que las distintas organizaciones políticas y sindicales produjeran su propia propaganda, incluyendo en ella la producción cinematográfica. Sin embargo, ya en enero de 1937 hay un intento (fallido) del gobierno de Francisco Largo Caballero de concentrar y organizar la propaganda. Pero será con el gobierno del doctor Negrín que se organizará desde el ministerio de Estado y dependiente de la Subsecretaría de Propaganda, una sección de cine dirigida por el ensayista Manuel Villegas López. Desde allí el gobierno realizó no más de veinte películas, de las cuales los autores especializados suelen destacar una serie de trailers con contenido político de apenas 2 ó 3 minutos de duración, de carácter educativo y sobresaliente calidad, dirigidos por Manuel Villegas López, Fernando G. Mantilla y Francisco Camacho (11).

Algunos de los cortometrajes son: “Madrid” (1937), escrito y dirigido por Manuel Villegas López; “Ejército regular” (1937) y “Campesinos de ayer y de hoy” (1938), dirigidos por Carrasco de la Rubia; y “Defendamos nuestra tierra” (1938), dirigido por Juan Manuel Plaza.

La Subsecretaría de Propaganda de la República también estuvo implicada en la producción de dos films realizados por cineastas extranjeros y producidos en buena medida en Francia: “España 1936” (dirigida por Jean-Paul Le Chanois y escrita y producida por Luis Buñuel) y “L’Espoir. Sierra de Teruel” (dirigida por André Malraux y Boris Peskine), ambas orientadas a presentar al mundo la necesidad de solidaridad internacional con la República asediada por el enemigo fascista. Pero de estas dos películas nos ocuparemos más adelante, cuando tratemos a los cineastas extranjeros que abordaron desde el exterior la cuestión de la guerra.

Para terminar, nos interesa remarcar la labor cinematográfica llevada adelante por el primer gobierno vasco (aprobado el Estatuto de autonomía el 6 de octubre de 1936), cuyos resultados fueron magros pero igualmente significativos. Dada la carencia de una infraestructura cinematográfica en Bilbao, cuando se crea el gobierno autónomo de Euskadi presidido por José Antonio Aguirre, éste pone al frente de la sección de cine del departamento de propaganda al cineasta Nemesio Sobrevila, quien tan sólo pudo llevar adelante la producción de dos reportajes antes de que Bilbao fuera tomada por los franquistas en junio de 1937: “Entierro del benemérito sacerdote vasco José Mª de Korta y Uribarren, muerto en el frente de Asturias” y “Semana Santa en Bilbao”. Como sucediera con las películas de Laya Films, estos films intentaban demostrar la situación pacífica y ordenada de la retaguardia republicana, aunque centrándose en la cuestión religiosa y haciendo hincapié en las ideas nacionalistas que presentaban al País Vasco como una realidad autónoma que buscaba la solidaridad internacional, dirigiéndose también al catolicismo de otras partes del mundo (12).

A la caída de Bilbao, el gobierno vasco en el exilio en París se ocupó de la producción de tres documentales de corta duración, dirigidos por el propio Nemesio Sobrevila: “Guernika” (1937), “Elai Alai” (1938) y “Euzko Deyo” (1938). El objetivo seguía siendo llegar a un público extranjero para afianzar la solidaridad de los países democráticos y del catolicismo internacional, y promover así la intervención de Francia e Inglaterra. Nuevamente Euskadi se presentaba como un país pacífico y armonioso de tradición católica que buscaba librarse de una guerra que denunciaba como ajena.



En “Guernika” se recogen imágenes de las ruinas tras el bombardeo de la Legión Cóndor sobre la emblemática villa vasca, y escenas de niños exiliándose a Francia, Inglaterra y Bélgica. “Elai Alai” y “Euzko Deyo” retoman algunas de las imágenes de “Guernika” (práctica común en todo el cine documental de la época en España, como hemos visto), haciendo nuevamente hincapié en la idea del pueblo vasco como pacífico, católico y trabajador, y en los niños como expresión más visible de las vejaciones a que se veía sometido.

A fines de 1938, el gobierno vasco decidió cerrar su departamento de cinematografía ante la perspectiva pesimista de la no-intervención de los países democráticos y el avance decidido de los fascistas que se hacía cada vez más fuerte en España. El gobierno vasco se daba por vencido cuando todavía no había terminado la guerra.

Augusto Gayubas
Diciembre 2008

Notas

(9) Ramón Sala y Rosa Álvarez, “Cine: bombas y fantasía. Tres años de producción cinematográfica”, en Hugh Thomas, La Guerra Civil Española, Madrid, Hyspamerica-Urbión, 1979, vol. VI, p. 136.

(10) José María Caparrós Lera, Arte y política en el cine de la República (1931-1939), Barcelona, Edicions Universitat Barcelona, 1981, p. 45.

(11) Ramón Sala y Rosa Álvarez, ob. cit., p. 135.

(12) Santiago De Pablo Contreras, “La guerra filmada: el primer Gobierno Vasco y el cine durante la Guerra Civil”, Euskonews, noviembre de 2006, http://www.euskonews.com/0370zbk/gaia37004es.html. Consúltese el libro del mismo autor: Tierra sin paz. Guerra Civil, cine y propaganda en el País Vasco, Biblioteca Nueva, 2006.